domingo, 23 de agosto de 2009

Discurso por el lanzamiento de EnseñaPeru

Haití, un país con un número similar de habitantes a los de Lima, tiene la renta per cápita más baja de todo el hemisferio occidental. 70% de su población vive en la pobreza. La esperanza de vida de los haitianos apenas supera los 55 años. ¿Por qué les cuento de Haiti?

Hace algunas semanas asistí a un programa sobre cómo movilizar a la sociedad civil para afrontar desafíos complejos. La mayoría de asistentes provenía de África, Medio Oriente y América Latina. En las introducciones entre individuos de diversas nacionalidades en este tipo de encuentros, lo típico es asociar a la persona con lo característico de su país de procedencia. Así, cuando me presentaba, la mayoría respondía: “Ah, Perú… Machu Picchu”, “Claro, peruviano… como el Pisco”. Otros lo asociaban con nuestra emergente economía y unos pocos con logros en las tablas y la gastronomía. Hasta que me presenté ante Valerie, una directora de colegio que, luego de una sonrisa cómplice, me dijo: “Ustedes son iguales que nosotros” Me quedé pensando y no tenia ni idea a que se refería. Sonreí pero ella se puso seria. Y me dijo “Ambos somos últimos en la región en educación”. Valerie es de Haití.

El Perú se ubica en los últimos lugares a nivel regional y global en equidad y calidad educativa. Solo 1 de cada 10 niños logra el aprendizaje previsto para matemáticas y lenguaje. En un colegio público en San Juan de Lurigancho, a pocos minutos de este lugar, solo 4 de cada 100 jóvenes van a la universidad. La única respuesta posible ante esta realidad es la urgente necesidad de promover una revolución creativa, un reavivamiento desde la raíz.

En los últimos años se ha generado cierto sentido de urgencia. El empresariado está siendo evidentemente más responsable con la educación. Son innegables los avances del gobierno. Pero también es innegable que se requiere mayor urgencia y prioridad de parte de todos. ¿Cómo? Si todo sistema está integrado por personas, ¿por qué no, entonces, inyectamos una nueva masa crítica de personas a tal sistema quebrado? ¿Quiénes? El sistema requiere de un duchazo de frescura para introducir nuevas actitudes y paradigmas. Requiere de múltiples competencias para enfrentar complejos desafíos. Más aún, necesita repensar el “núcleo ejecutor” donde sucede día a día la magia del aprendizaje de todo niño: el aula y la escuela.

¿Por qué no, entonces, comprometer al mejor talento de jóvenes peruanos para que ejerzan su liderazgo en escuelas públicas en zonas vulnerables del Perú? EnseñaPerú es un intento de respuesta. Una nueva organización social que busca construir un movimiento integrado por jóvenes líderes que contribuya eficientemente a eliminar la alta inequidad y baja calidad educativa del país. Cada joven líder enseñará y compartirá sus conocimientos y experiencias con los niños en el aula de clase y trabajará conjuntamente con los directores y maestros creando un ambiente en el colegio que facilite el aprendizaje.

¿Por qué funcionaría?

Funcionaría porque su eficiente impacto está comprobado a nivel global. EnseñaPeru es miembro de la red global Teach For All, donde también participan países como Inglaterra, Australia, India y Chile. Conocí a su fundadora Wendy Koop hace algunas semanas. A los 21 años, habiendo egresado de Princeton, decidió construir un movimiento para eliminar la inequidad educativa en EEUU. A los 41 años, 20 años después, Barack Obama le propuso ser Secretaria de Educación. Le pregunté qué había pasado con tal ofrecimiento pues actualmente otra persona ejerce la posición de “ministro”. Bajó la mirada, dibujó una sonrisa y con mucha seguridad y un brillo humilde en sus ojos me respondió: “Le dije que no, sentía que aportaba mucho más armando este movimiento desde la base que trabajando algunos pocos años desde la Casa Blanca”. Y claro, los jóvenes de Teach for America multiplica por tres el aprendizaje de los niños.

Funcionaría también porque estamos trabajando dentro de un círculo de excelencia en el Perú. El Estado está impulsando los colegios emblemáticos y sigue fomentando el Proyecto Educativo Nacional. Empresarios por la Educación está invirtiendo más y facilitando sinergias. Instituto Apoyo tiene éxito en sus programas metodológicos y virtuales en el aprendizaje de matemáticas. La Universidad Cayetano tiene como desafío la comprensión lectora de niños en colegios públicos. Fe y Alegría e IPAE mantienen las redes de colegios más exitosas del país. Venimos trabajando con todos ellos para que nuestros Jóvenes Líderes potencien sus programas. Creemos en las sinergias y en el trabajo en red para maximizar el impacto.

Funcionaría porque la formula es simple: invertir en personas. Desde que comenzamos esta aventura, una de las principales dudas de incrédulos pesimistas y de críticos constructivos ha sido si los jóvenes peruanos tomarán la difícil decisión de dar 2 años de sus vidas para trabajar en EnseñaPerú. Las variables a considerar son muchas: cuál será el sueldo, cuáles los beneficios, acaso el sacrificio no es excesivo, qué harán después de los 2 años, entre otras. Tengo una primera respuesta, quizás soñadora: tenemos el convencimiento de que nuestra mejor gente, el mayor talento de jóvenes se la jugará para afrontar nuestro mayor desafío. Estoy convencido que algún día seremos un país donde todos los niños y jóvenes tengan la oportunidad de acceder a una educación de excelencia.

Tengo una segunda respuesta quizás más racional: en la última encuesta realizada a 600 estudiantes durante el CADE Universitario, el 72% considera que fomentar una educación de calidad debe ser el principal objetivo del Perú. Más aún, las dos terceras partes de los asistentes tienen mucho interés en participar activamente en la solución de los problemas sociales del país.

Pero tengo una tercera respuesta. Una que más que respuesta es un primer efecto demostración de este movimiento. Quiero invitar a todos los miembros de EnseñaPeru a que pasen adelante, al equipo, a los voluntarios y a los Coordinadores Universitarios.

Esta es la mejor demostración de que ya existe un esbozo de este movimiento. Un eficiente equipo a tiempo completo de 5 personas. 25 coordinadores de EnseñaPeru de 11 universidades públicas y privadas y de 12 diversas carreras, quienes desde ayer se desempeñan como “gerentes” en sus centros de estudio para idear, planear y ejecutar un plan de difusión y reclutamiento. Su meta es alta: captar a 700 postulantes para que después de un exigente proceso de selección contemos a partir de marzo del 2010 con la primera generación de 50 los cuales contarán con competencias tales como liderazgo, perseverancia al enfrentar retos, fuerte pensamiento crítico, habilidad para influenciar y motivar a otros, habilidades de organización, respeto por los estudiantes y familias.

En pocos meses, se ha formado un valioso equipo de cerca de 40 personas. En una semana, más de 1,200 jóvenes ya son fans de EnseñaPerú en el facebook. Todos poseemos una única combinación de pasión, desafío y sacrificio. Diana y Cristian abandonaron una ascendente carrera en empresas como J&J y Nestlé para trabajar en EnseñaPerú con un sueldo considerablemente menor. Bernando, natural de Iquitos, bombero y pronto ingeniero de la UPC y Silvia, pronto antropóloga de San Marcos ya decidieron y serán nuestros primeros postulantes. Mónica y Mabel, primeras de su promoción en la USIL y la UNIFE, respectivamente, les siguen los pasos. Fabio de la San Martin no solo quiere postular apenas se gradúe, sino sueña con armar EnseñaPerú en Trujillo. Lola, administradora de la de Piura y joven de Voces Nuevas del Banco Mundial, y Gonzalo, representante estudiantil de la Agraria, dicen no aguantar el año que les falta para que se gradúen y puedan postular. En Cusco, Paul, estudiante de economía de la Abad y dirigente universitario quiere atreverse. Ellos ya están escribiendo el cambio. Ellos ya decidieron jugársela.

Los quiero invitar a todos ustedes a que también escriban el cambio. A que, como ellos, asuman un desafiante reto y hasta un sacrificio por cada niño que hoy no tiene la educación que se merece. Quiero invitarlos a que también se la jueguen.

No voy a pedirles que enseñen 2 años. Aunque son muy bienvenidos. Algunos me recomendaban, “si los invitas a ‘escribir el cambio’, diles que ‘escriban un cheque’”. No estoy de acuerdo. El dinero no es lo más importante. Lo importante es que estos jóvenes sientan que ante su sacrificio, ante los problemas y caídas que enfrentarán, se sientan respaldados por ustedes. Puedan estrechar una mano con experiencia, sientan un abrazo de aliento y escuchen una voz que susurre “aquí estoy”. Los invito a cruzar la línea de la “responsabilidad social”. Que la crucen hacia un compromiso real y, más aun, que hagan un sacrificio por lo realmente importante en nuestro país: la vida de miles y esperemos millones de niños y jóvenes de nuestro país que serán cambiadas por estos jóvenes. Si esta noche, tan solo el 10% de los presentes se compromete a apoyar a 1 Joven Líder cada uno, estamos financiando la mitad de todo el programa del 2010. ¿Cuánto vale financiar 1 Joven Líder? Reclutar, seleccionar, entrenar, apoyar y remunerar a 1 Joven Líder cuesta $10 mil. El otro día, un amigo ejecutivo de una pequeña minera me contaba que, ante una protesta de su comunidad de influencia por el transito, compraron 1 semáforo a $10 mil. $10 mil cuesta un semáforo. Varios “semáforos” hoy quizás comiencen a escribir una nueva historia en la educación de muchos para que tengan luz verde para soñar. No es cuestión del dinero. Es cuestión de que cada uno de nosotros ponga al servicio de los demás sus dones y sus posibilidades y más para darle un giro radical a este quebrado sistema educativo.

Antes de que el equipo baje del estrado y dejen en sus mesas unas tarjetas de invitación a aquellos de ustedes que nos quieren acompañar y apoyar en esta aventura, quiero terminar con una ultima reflexión, una más de mi experiencia de vida.

Durante los dos últimos años de mi vida, estudie en Washington DC y trabaje en la embajada del Perú para el TLC. De regreso, habiendo bajado de la torre de cristal, decidí que quería sentir mi país. Comencé a visitar y vivir en comunidades rurales en Puno y Cusco. Y en medio de estos viajes, me llegó esta propuesta de comenzar a construir este movimiento y facilitar este extraordinario equipo. La decisión fue complicada. Mucha incertidumbre y ansiedad. Un día, mientras decantaba la propuesta, estaba conversando con niños en el Festival del Paya Yatiwi –dos saberes en aymara- en el colegio inicial Molinos en Juli, Puno. Un niño en particular me llamo la atención por su energía al bailar y por su enorme sonrisa. Junior tiene 9 años. Le pregunte que quería ser de grande. Me miro. Su sonrisa desapareció. “No entiendo la pregunta” me dijo. “Que? puedo ser grande”. En 3ro de media tuve que trabajar para pagar mis gastos, enseñando clases de reforzamiento a adolescentes con malas notas. Fue una de los momentos más plenos de mi vida. Estaba impactando la vida de una persona. Cómo no jugársela, como no sacrificarse por escribir el cambio en una vida. En la de millones de Junior que no saben que SI pueden ser grandes.

Este es un desafío mayor que el TLC. Este es un reto más complicado que cualquier maestría o trabajo. Este es el mayor desafío de nuestras vidas. No esperaremos a que alguien más actúe. El movimiento ya comenzó. Pero, déjenme decirles: no puedo solo. No podemos solos. Solo podremos si todos juntos nos levantamos para la acción, para alzar nuestra voz y unirnos como verdaderos peruanos que amamos nuestro país para dar respuesta a la voz de auxilio de millones de niños. Solo todos juntos seremos capaces. Ellos están dispuestos a escribir el cambio. Tú puedes escribir el cambio. Nosotros debemos escribir ese cambio.

Muchas gracias,

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