Luego de una intensa semana de trabajo, el viernes en la noche, en compañía del buen Chino Cristian, me enrumbé a la ciudad de Arequipa. “12, 14 horas no más demora en llegar” nos dijeron al salir del Terminal de “ExcluCiva” en Javier Prado. Fueron casi 16 horas, aunque felizmente reposamos en asientos-cama (de verdad 180 grados). Lamentablemente solo estuve dos días en esta hermosa ciudad, luego de los cuales puse en duda por primera vez que mi ciudad preferida del mundo era Cuzco. El Chino y yo “invertimos” en el bus casi 50% del total de horas que pasamos en Arequipa por una invitación: participar en la 1ra Jornada de Integración Nacional del Grupo Convergencia “Convergiendo entre lideres”.
Es evidente que por el cariño y la pasión que siento fruto del tiempo que le dediqué, estoy tremendamente sesgado en mis reflexiones y sentimientos hacia Convergencia. Es una sincera confesión. Aunque, ello no imposibilita compartir con ustedes unas líneas sobre el desarrollo, expansión y perspectivas de este Grupo, una ilusión que algunos inocentes y soñadores universitarios peruanos tuvimos allá por el año 2002.
Desarrollo. Hace más de 7 años, Convergencia comenzó editando una revista universitaria. Hoy es un Grupo que fomenta nuevos espacios de comunicación y discusión. En los últimos meses, los convergentes han organizado foros en universidades y en el Congreso de la Republica, han publicado blogs y boletines virtuales (“Sociedad y Análisis: 100% pluma universitaria”), han dado paso a nuevos liderazgos en el Grupo y se han reorganizado con nuevas áreas: por ejemplo, gestión de descentralización y gestión de liderazgo. Ahora están co-organizando, junto a AIESEC, el CADE Universitario 2009.
Expansión. En los salones del Colegio Lord Byron donde se llevó a cabo los 3 días de jornada asistieron cerca de 40 jóvenes peruanos de universidades e institutos nacionales y privados de Cusco, Arequipa y Lima, las tres sedes del Grupo Convergencia. En sus conversaciones, ya hablaban de las próximas sedes de Moquegua, Tacna y San Martín. La comunidad convergente, entre miembros activos y aquellos que alguna vez pasaron por esa valiosa experiencia, debe ya llegar a los 400 peruanos de cerca de 30 centros de estudios distintos y 25 carreras diferentes. Este enfoque plural es especial. Cuando estuve en Cusco con el increíble equipo humano de Convergencia y preguntaba porque sacrificaban horas y nuevos soles por esta iniciativa, podría resumir la respuesta así: “Primero pensaba que eran tonterías, que solo me quitaba tiempo. Pero me di cuenta que era una propuesta que nunca se había dado en Cusco: que estudiantes de la Abad (publica) y de la Andina (privada) de diferentes carreras, se sentaran, dialogaran y pensaran juntos en un Cusco y Perú mejor”. El sentimiento de ellos hacia Convergencia me desbordó. Muchos hablaban que “amaban” Convergencia.
Perspectivas. Los miembros de Convergencia me invitaron dar unas palabras en su jornada. Centré mi exposición en 5 ideas sobre el futuro inmediato. Uno, adelantarse a la transición social que el mundo esta experimentando fruto del cambio tecnológico. Dos, diariamente preservar la esencia y estimular el progreso como claves para la perdurabilidad institucional. Tres, como organización sin fines de lucro, enfocarse en desarrollar redes hacia fuera: involucrar voluntarios, trabajar con empresas, colaborar con fundaciones amigas y recomendar al gobierno. Cuatro, desarrollar espacios comunes entre los miembros para generar una actitud diaria basada en la confianza. Cinco, ejercer y compartir el liderazgo como un arte de adaptación. Y una “yapa”, no olvidarnos nunca de lo que realmente es importante: el 40% de peruanos que vive en pobreza, el 85% de los jóvenes que no confía en los demás, el 40% que no esta satisfecho con su vida, las 2/3 partes que quiere migrar. El reto de “ser la voz de los jóvenes del Perú” en un país de escasa cultura democrática y de un alto nivel de fragmentación social sigue mas vigente que nunca.
El Grupo Convergencia en su muy corta vida en términos históricos -aunque larga en términos comparativos a organizaciones de la sociedad civil- ha tenido muchos aciertos. Desde su fundación, sin embargo, ha tenido fallas y ha tomado malas decisiones debido sobre todo a la falta de experiencia. Sin embargo, esto es precisamente lo valioso: el proceso de aprendizaje que los jóvenes experimentan al organizar y liderar una organización. Remarcando nuevamente mi sesgo, creo que el Grupo Convergencia es una alternativa, entre otras varias, de cómo hacer las cosas bien en el Perú de manera diferente. Liderazgos y desarrollo desde las bases en vez de un líder todo-poderoso desde las altas esferas del poder. Dialogo y confianza entre posturas distintas en vez de violencia e insultos ante la discrepancia. Procesos descentralizados dinámicos en vez de ordenes centralistas de Lima hacia las provincias. Ser convergente es una linda excusa para comenzar a construir un Perú mejor.